Almería

Interior de la Alcazaba (Casa del Alcaide y Alberca)

"Quieres monumentos, toma alcazaba, quieres relajarte y darte un baño, toma playa, quieres comer sin dejarte una pasta, toma tapeo"

Almería es una de esas ciudades que me ha sorprendido gratamente, 
tal vez porque no esperaba mucho de ella sinceramente, quiero decir, sabía que no tenía la monumentalidad de otras capitales andaluzas como Córdoba, Granada o Sevilla, ni la fama de Málaga o Cádiz, pero simplemente era el desconocimiento que tenía de ella. Después de conocerla más o menos bien os puedo decir que me ha gustado bastante.

Almería está abierta a que la descubras; Siente su pasado árabe, báñate en su playas, vive su ambiente nocturno, y sobre todo, disfruta del arte del tapeo, una actividad de obligado cumplimiento.
 

VAMOS A LA PLAYA
En la capital almeriense podemos darnos un chapuzón en la playa de las Conchas, en la del Zapillo o en la del Palmeral. Van Correlativas y se caracterizan por sus aguas tranquilas y por contar con todos los servicios: Accesos para minusválidos, kioskos, duchas, baños, alquiler de sombrillas y hamacas etc.
Al ser playas urbanas suelen estar más congestionadas que otras que podemos encontrar por la provincia, pero no suele haber demasiados problemas para encontrar un huequecito.

Podemos llegar a ellas perfectamente en transporte público.
Autobuses 11 ó 18 desde el centro. Bájate en cualquier parada de la Avda. Cabo de Gata.
Si vas en coche hay aparcamientos públicos pero en época alta suelen estar hasta arriba.

DE TURISTEO
Comenzaremos la visita turística por Almería conociendo su monumento más significativo e importante, la Alcazaba, la segunda edificación musulmana más destacada de nuestro país tras la Alhambra.
Pertenece al Tesoro Artístico Nacional (1933) y está declarada Monumento Histórico-Artístico (1931).
Se encuentra situada sobre un cerro que domina toda la ciudad y que ofrece unas vistas inigualables de la misma. Destacan las casas de colores del Barrio de La Chanca y las Murallas de Jayrán, que ascienden hasta el Cerro de San Cristóbal donde sobresale un Monumento al Sagrado Corazón de Jesús.
La alcazaba fue construida por orden de Abderramán III en el año 955 y consta de tres recintos, los dos primeros musulmanes, y un tercero levantado en 1489 tras la conquista de la ciudad por los Reyes Católicos.
El primero es para mi el más bonito pues cuenta con los jardines típicos de época islámica. Antiguamente se ubicaban aquí las viviendas y los baños.
El segundo comprendía las dependencias palaciegas. Aún se conservan los aljibes califales que almacenaban el agua. También hay una Ermita, un par de casas reconstruidas y la Casa del Alcaide, un edificio de principios del s.XX  creado por Prieto Moreno que responde a una imagen romántica de la Alhambra.
El tercer recinto pertenece al castillo cristiano y cuenta con un patio de armas y una Torre del Homenaje que alberga exposiciones temporales.
Era una gran ciudad que podía albergar a unas 20.000 personas.

A sus pies se sitúa lo que queda del antiguo barrio árabe, cuya arteria más representativa es la Calle de la Almedina. Muy cerca se ubica la Iglesia de San Juan (Antigua Mezquita Mayor), templo construido a finales del s.XVI y principios del XVII que conserva el muro de la quibla y el nicho del mihrab de la antigua mezquita.

Vayamos hasta la plaza de la catedral, allí se sitúan el Palacio Episcopal y obviamente la Catedral (2€), erigida en el s.XVI en estilo gótico de transición. Parece una fortaleza, ya que además de servir para el culto se utilizaba para la defensa de los ataques de piratas berberiscos.
En las inmediaciones de la catedral con dirección al mar podemos visitar el Museo de la Ciudad, el Centro Andaluz de la Fotografía (entrada gratuita) y el Real Hospital de Santa María Magdalena y Capilla (s.XVIII y capilla s.XIX).

Callejeando por el casco antiguo nos cruzaremos con algunos palacios como el de los Marqueses de Cabra, que guarda el Archivo Histórico Municipal, el Palacio de los Vizcondes del Castillo de Almansa, que almacena el Archivo Histórico Provincial, o la Casa de los Marqueses de Torrealta.
En la Plaza de la Constitución se halla el Ayuntamiento, obra del arquitecto almeriense Trinidad Cuartara.
En una antigua casa del s.XIX situada en el nº 15 de la C/ Real, se ha instalado el Museo del Aceite de Oliva del Castillo de Tabernas (3€), donde se nos muestra la elaboración artesanal del aceite del desierto.

Por supuesto por el centro también nos vamos a encontrar con varias iglesias interesantes como La Iglesia de Santiago (s.XVI), que posee una monumental portada renacentista en su fachada lateral, la Iglesia de San Sebastián (s.XVII), con un relieve del santo en la fachada principal, la Iglesia de San Pedro, de estilo neoclásico del s.XIX, la Iglesia Convento de las Puras (s.XVI-XVIII), que cuenta con un monumental retablo barroco y una torre mudéjar del s.XVII, la Iglesia Convento de las Claras (s.XVIII), la Iglesia Convento Esclavas del Santísimo Sacramento, y la Iglesia de Santo Domingo (Santuario de la Virgen del Mar), que guarda en su interior una talla de la Virgen del Mar (patrona de Almería) de los s.XIII-XIV.

Otra zona que no debemos perdernos es la Puerta de Purchena y sus alrededores.
Aquí lo primero que tienes que hacer aunque no tengas sed, es beber de la fuente que está junto a la Estatua de D. Nicolás Salmerón y Alonso para volver a la ciudad. En ella hay un letrerito que dice: "La Puerta de Purchena no tiene puerta... pero tiene un hechizo para que vuelvas".
Efectivamente la antigua puerta que da nombre a la plaza desapareció con el derribo de la muralla en 1855. A partir de ahí se construyó la actual plaza en un estilo burgués en el que destaca el emblemático edificio conocido como la Casa de las Mariposas (principios s.XX).
Muy cerca de aquí se sitúan los Aljibes de Jayrán (s.XI. Entrada gratuita), que servían para el abastecimiento público de agua, y los Refugios (2€), un conjunto de galerías subterráneas creadas por el arquitecto Guillermo Langle para proteger a la población de los bombardeos acaecidos durante la Guerra Civil.
De la Puerta de Purchena parte la Rambla del Obispo Orbera y el Paseo de Almería. Entre ambas encontraremos el Teatro Apolo, el Mercado Central y el Palacio de la Diputación.

Un poco más alejados del casco viejo pero pudiendo acceder perfectamente caminando, tenemos otras visitas interesantes como el Museo Arqueológio, que posee restos que van desde la prehistoria hasta el periodo musulmán. Destacan la cultura de Los Millares y El Argar. (Crta. de Ronda 91. Entrada gratuita).
Bajando por la calle del museo nos toparemos con el Chalet de José Batllés (s.XX) que fue preventorio infantil del niño Jesús. Hoy día forma parte del Centro de Arte Museo Almería que está justo detrás. En él que se realizan exposiciones temporales (entrada gratuita).
Casi enfrente se sitúa la estación intermodal de la ciudad, que engloba tren y autobús, y junto a ella, ya en deshuso, se mantiene la antigua estación de ferrocarril finalizada en 1893. Se cree que fue diseñada por el mismísimo Alexandre Gustave Eiffel, aunque según otras informaciones más fiables, lo más seguro es que fuera de uno de sus discípulos.

Al caer la tarde podemos dar un paseo por alguna de las diferentes avenidas que tiene Almería.
El principal eje comercial es el ya mencionado Paseo de Almería, que va desde la Puerta de Purchena hasta la Plaza Emilio Pérez. Por el camino puedes hacer un alto en el Teatro Cervantes.
La Rambla de Belén y la Rambla de Amatisteros desembocan en la bonita Avda. Federico García Lorca, con zonas ajardinadas, fuentes y esculturas. Al final de la misma, adentrándose en el mar, se sitúa un cargadero de mineral conocido como El Cable Inglés, ya que fue construido con  capital británico. Se trata de una soberbia obra de arquitectura industrial del s.XIX que servía para transportar el mineral desde las comarcas del interior almeriense hasta los barcos atracados en los diques del puerto.
A su lado se extiende el Parque de Nicolás Salmerón, otra buena opción.
A la altura de la C/ La Reina se ubica el Centro de Interpretación Puerta de Almería (entrada gratuita), que nos enseña la Almería romana (factoría de salazones) y la muralla califal del s.X.
Estamos en una ciudad con mar, y como tal, no puede faltar un Paseo Marítimo a lo largo de la playa repleto de bares, heladerías y algún que otro puestecillo.

A TAPEAR
Esta actividad tan nuestra alcanza uno de sus máximos exponentes en Almería. Te vas a poner como el "kiko" a precios muy económicos.

Para empezar con este apetitoso rito vamos a ir a un lugar mítico, Casa Puga, (C/ Jovellanos 7) que fue fundado en 1870 y es el más antiguo de la ciudad. Intenta hacerte hueco porque siempre está lleno.
(Los comentarios sobre este lugar son un poco extremos, o muy bien o muy mal. Yo no fui así que no puedo daros mi opinión, pero pienso que estos lugares típicos siempre merecen una oportunidad).
También es un pequeño museo, ya que cuenta con una colección de botellas de brandy de todo el mundo.

En todos los sitios te pondrán tapa, obviamente hay lugares que las elaboran más que otros.
Mi amiga Laura nos llevó a uno de esos sitios donde tal vez las tapas no tengan tanta calidad y elaboración, pero donde la cantidad es lo que importa. En el Café Calzada te aseguro que no saldrás defraudado con la generosidad de sus tapas. Hay cuatro repartidos por la ciudad; Calzada de Castro 35, Hnos. Machado 18, en el barrio del Zapillo y en Los Molinos. (Más que tapas parecían platos combinados)

Para seguir llenando el buche os dejo varios sitios de los que sólo he leído buenos comentarios:

La Bien Pagá (C/ Martínez Almagro 6)
La Estrella (Plaza del Carmen 12)
Galatea (C/ Altamira 5)
La Encina (C/ Marín 6, junto a la plaza vieja)
La Borrachería (C/ Real, esquina C/ Séneca)

Si eres más de dulce también hay sitios para ti. En el nº 8 del Paseo de Almería (casi llegando a la Puerta de Purchena) se encuentra La Dulce Alianza, un antiguo y elegante establecimiento inaugurado en 1888 en el que podrás tomar una merienda riquísima.

Bajando por el paseo alcanzaremos la calle Méndez Núñez, allí, en el nº 14, se ubica la Pastelería Carpri que hace unas tartas de hojaldre espectaculares.

LA NOCHE
Es hora de volver a casa, hotel, apartamento, pensión o similar, darse una duchita, acicalarse un poco y ponerse guapo para disfrutar de la noche almeriense.

Una de las zonas más típicas para salir es la conocida como "Las Cuatro Calles". No es un nombre puesto a boleo, son cuatro calles literalmente que se cruzan y forman una especie de cuadrado.
Se sitúan en el casco viejo y si no las encuentras no tienes más que preguntar, pues todo el mundo las conoce.
Por la noche la luces y el gentío dan ambiente a este lugar, pero por el día la cosa cambia, y la verdad es que pierde bastante glamour, pues los edificios sufren desperfectos y da la sensación de cierto abandono.
El ritual a seguir aquí es el de tapear con una cervecita o un vino en los bares y continuar la noche con un cubata en alguno de los pubs.

También hay numerosas discotecas donde echarse unos bailoteos.

Nosotros estuvimos en el Burana (Paseo de Almería 56), ubicado en el Teatro Cervantes. Si hace buen tiempo tiene una agradable terraza.

Luego nos fuimos a la zona del Parque Nicolás Salmerón, donde los más jóvenes suelen hacer botellón. Si todavía es pronto podéis tomaros unas cervecitas en El Barril. Más tarde podéis entrar en el Tágora Soul Café (en la esquina con la C/ Martínez Campos) y finalizar la noche en una de las discotecas más populares de la ciudad, Mae West. Se trata de un amplio local de madera, una mezcla entre un bar del oeste y una irlandesa donde además hay conciertos, teatro, monólogos... Está abierta todo el día ya que desde por la mañana se sirven desayunos.

Reportaje de Septiembre de 2011

Si el ambiente árabe de la ciudad te ha llegado a la patata y quieres empaparte un poco más de esta cultura, aquí te dejo dos propuestas muy interesantes:

1) El Restaurante-Tetería Almedia se encuentra a tan sólo 50 mtos. de la Alcazaba y ha sido recomendado por algunas guías y revistas de viajes conocidas como Lonely Planet y Deviajes.
Mi consejo no tiene tanto peso pero yo también os lo recomiendo.
Podéis probar cocina árabe, tomaros un té con pasteles típicos o acudir a alguna de las actividades que proponen a lo largo del año.
(Datos: C/ Paz 2. Tels: 629 277 827 - 697 932 911)

2) Esta segunda opción seguro que también te gusta, y si el viaje está siendo muy cansado puede ser el lugar ideal para tomarse un respiro.
En los Baños Árabes Hammam Almeraya podrás darte un relajante baño árabe, uno turco o un buen masajito para descansar los músculos.
También hay tetería y y espectáculos.

(Datos: C/ Perea 9. Tel: 950 23 10 10)

También podemos sentir la esencia salvaje de África visitando el Parque Rescate Fauna Sahariana situado en la finca de "la Hoya", a los pies de la Alcazaba.
Fue fundado en 1971 para la cría de especies en peligro del  Sáhara español (ex-colonia de nuestro país).
Dentro del recinto podemos ver varios ejemplares de gacelas (Dama, de Cuvier y Dorcas), tortugas mora, buitres negros y arruís saharianos, así como una singular representación de flora africana.
(Concertar citas en el Tel: 950 281 045)