Fez

Zoco de los curtidores (una de las imágenes más conocidas de la ciudad)

"Un laberinto de sensaciones, aromas y oficios"

Fez forma parte de las llamadas "Ciudades Imperiales" de Marruecos junto con Marrakech, Meknes y Rabat. Ha sido tres veces capital del reino, la última en el s.XIX, aunque hoy día sigue siendo la capital del Islam en el país.

Posee un patrimonio monumental impresionante que incluye más de 13.000 edificios históricos. Pero en Fez no sólo hay que visitar los lugares de interés, también hay que observar la vida cotidiana y caótica de sus habitantes. Fez es sin lugar a dudas uno de esos destinos que deja huella.
 

La esencia de la ciudad está en la Medina Fez el-Bali, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Acércate a la Puerta Bou Jeloud, uno de sus principales accesos, pero no te confundas, no se trata de una simple puerta, en realidad es un portal del tiempo que te transportará a la Edad Media, una época en la que los animales eran el principal medio de transporte y las máquinas de construcción eran las manos de los hombres.
La medina de Fez es una auténtica telaraña que atrapa, no sabes si para bien, para mal o para ambas, pero atrapa. Dentro te esperan unas 9.400 callejuelas de paredes gastadas y descuidadas por las que es muy fácil desorientarte y por las que descubrirás lugares increíbles. Es una pena que muchos de ellos no los podamos visitar porque están prohibidos para los que no somos musulmanes.
En la medina de Fez hay que caminar, observar, oler, sentir, toparse con un burro, regatear... Hay tiendas por todos lados donde se vende casi de todo, así que seguro que te vuelves con algún souvenir.
La medina se divide en zocos, la mayoría distribuidos por oficios, donde merece la pena pararse a ver trabajar a los hombres utilizando las técnicas de antaño. Uno de  los más conocidos es el zoco de los curtidores, que posee una de las imágenes más famosas y más apestosas (literalmente) de la ciudad. Seguramente ya habrás visto la imagen de los agujeros hechos en el suelo donde limpian y tintan el cuero (y si no mira la foto de arriba)

Dentro de la Medina es imprescindible acercarse a la impresionante Mezquita Karaouiyine (mediados del IX). Es la más grande del norte de África y alberga la Universidad más antigua del mundo que continúa en funcionamiento. Otro punto intersante es el Mausoleo de Moulay Idriss II (1717-1824) un lugar sagrado dedicado al santo más venerado del país y a su vez fundador y patrón de Fez. El edificio es una auténtica maravilla.
(Ambos no se pueden visitar si no eres musulmán)

Aunque no podemos entrar en las mezquitas, podemos quitarnos el gusanillo visitando alguna de sus bellas Madrazas, que cuentan con un formato más o menos similar (Las Madrazas o Medersas son escuelas donde se enseña el Corán y otras asignaturas como matemáticas, astronomía, historia, medicina...).
Hay varias pero entre ellas destacan la de Bou Inania (1350-1357), la más grande de la ciudad, y la de Attarine (s.XIV), considerada como la más bella de Fez.

En esta gigantesca medina también se sitúa el Barrio Andaluz, que se originó a principios del s.IX por la masiva emigración de musulmanes que vivían en el sur de España, debido a las tensiones que existían con los cristinanos.
Por aquí podemos ver la Mezquita de los Andaluces (s.IX), que destaca por su bello minarete verde y blanco, y la Medersa Es Sahrij, conocida por la fuente de su patio.

Controlando la parte antigua de Fez hay dos colinas, la norte y la sur. Desde ambas se tienen unas vistas espectaculares de la medina con sus tejados repletos de antenas parabólicas. En la primera se ubica la Fortaleza Borj Norte, que servía para proteger la ciudad y que hoy día alberga el Museo de Armas. En la segunda se encuentran los restos de las Tumbas destinadas a los últimos sultanes Meriníes (Ahora queda poca cosa pero en su época gozaron de gran belleza).

Debido a su enorme tamaño, el Palacio Real (s.XIV) se construyó fuera de la Medina Fez el-Bali. No sólo es uno de los más grandes, también es uno de los más antiguos del país.
Aquí viene al pelo la frase "Quedarse a las Puertas", ya que eso es lo único interesante que vamos a ver del palacio al estar prohibida la entrada. Las siete imponentes puertas de bronce que conforman la entrada representan los niveles de la monarquía y los días de la semana.
Para abastecer las necesidades de sus inquilinos nació junto a él la Medina Fez el-Jdid, otro lugar muy interesante para recorrer. Aquí se extiende el Barrio Judío (Mellah) que nosotros no pudimos visitar. Después de haber leído sobre él, es una pena habérselo perdido. Toma como referencia su calle principal (Rue Mellah), pero no dudes en adentrarte por los callejones (algunos no tienen salida). Busca la Sinagoga, regatea en su mercado, menos agobiante y turístico que el de la Medina Fez el-Bali, acércate al cementerio y busca un agujero en la valla para hacer la foto de rigor. Fíjate en la arquitectura, diferente a las de otros barrios de la ciudad... ¿por qué?, porque aquí las casas poseen bellos balcones enrejados de hierro forjado que miran al exterior, mientras que en el resto, como la religión musulmana prohibe observar a las mujeres, las ventanas siempre dan a un patio interior.
En definitiva, se trata de un barrio por descubrir con mucho que ofrecer. 

Pero no todo son barrios antiguos de calles estrechas y cierta locura.
La cara más moderna de Fez se sitúa en torno a la Avenida Hassan II (Ville Nouvelle). Podemos acercarnos hasta aquí para tener otra perspectiva de la ciudad. En el centro de esta calle hay un bonito paseo ajardinado con fuentes y dos estatuas de leones, perfecto para dar una vuelta sobre todo al caer el sol.

A ambos lados hay bares, heladerías, pastelerías y restaurantes. Por supuesto hay algunos de comida marroquí, pero en esta zona priman los locales de cocina europea, especialemente italianos y los de comida rápida.
Los habitantes de este barrio son extranjeros y gente local con alto nivel económico.

Reportaje de Marzo de 2013

Si te orientas bien y cuentas con un buen mapa, puedes adentrarte solo en la medina, pero es muy recomendable ir con guía, ya que no sólo te explicará todo perfectamente, si no que te ahorrará tiempo de deambular a lo loco.
Si os ven solos muchos querrán haceros de guía, pero mejor infórmate en la oficina de turismo o por internet de un guía titulado (evitarás sorpresas)

Por la medina no hay más tu tía que moverte andandito, pero si vas a hacer algún recorrido por la ciudad más largo te aconsejo que vayas en taxi, son rápidos y económicos. Te lo digo porque aunque consigas entender las líneas de autobús, éstos suelen ir hasta arriba y no tienen aire acondicionado.