Chefchaouen

Panorámica

"Déjate seducir por una de las ciudades con más encanto de Marruecos"

Seguro que has oído alguna vez la frase "Bajar al Moro"; Para los que no lo sepan significa ir a Marruecos a comprar cigarros divertidos, uséase, hachís. Chefchaouen es esa ciudad a la que se va en busca de esta droga derivada de la marihuana que se cultiva por sus montañas; Te ofrecerán a menudo por las calles pero ten cuidado, el consumo de hachís está prohibido y penado con penas de hasta 10 años. (Es una doble moral, da mucho dinero y se hace la vista gorda al cultivo pero luego consumirla es ilegal)

Pero Chefchaouen no es sólo eso por supuesto, se trata de una bonita localidad enclavada entre montañas con muchísimo encanto. El Monte Tisouka (2050 m) y el Megou (1616 m), pertenecientes a la cordillera del Rif, se elevan tras ella como dos cuernos y de ahí su nombre, ya que Chefchaouen en bereber significa "mira los cuernos". 
También la puedes ver escrita como Xauen o Chaouen aunque el nombre original es Shifshawen (bereber).

Fue fundada en 1471 por Mulay Alí Ben Rachid quien también erigió la Kasbah (Alcazaba) para proteger la ciudad de los portugueses, luego de las tribus bereberes rebeldes y por último de los españoles. Gracias a ella y a la protección de las montañas estuvo cerrada a los extranjeros, principalmente a los cristianos, hasta comienzos de la ocupación española en 1920. Los españoles fueron expulsados pero la volvieron a ocupar en 1926 y ya se quedarían hasta la independencia marroquí en 1956.
La población original estaba formada en su mayoría por exiliados del Al-Andalus por lo que la influencia andaluza está muy presente en sus calles. 
Chaouen es Ciudad Santa del Islam.

Y después de un poquito de historia vamos a adentrarnos en esta ciudad mágica que te seducirá a cada paso.
La Medina de Chaouen es tranquila y pequeña si la comparamos con las de otras ciudades marroquís, pero si es tu primer destino por este país te gustará porque no es agobiante. Callejea en busca de alguna ganga o recuerdo. Si eres bueno regateando conseguirás auténticos chollos, si no lo eres no te preocupes, seguro consigues cosas a buen precio; De todas formas nunca te quedes con lo primero que te digan.
Pon los cinco sentidos a funcionar, visualiza el entorno, escucha sonidos nuevos, toca los productos de las tiendas, disfruta de la mezcla de aromas diferentes y prueba algún plato del lugar como el Cous Cous o el Tajín
Te llamará la atención el toque azul de la ciudad vieja que esconde rincones preciosos pintados con ese color.

La Plaza Uta Al Hamman es el corazón de la medina, siéntate a descansar y tómate un té en alguno de los restaurantes y cafés que la rodean. Si quieres alcohol lo tienes difícil ya que está prohibido y es complicado de conseguir aunque nada es imposible.

Frente a los bares se alza la Gran Mezquita Yama el Kebir (s.XV) con un minarete octogonal y estilo andalusí y la Kasbah (alcazaba - entrada 1€ aprox.) que como ya dije antes fue construida por Mulay Alí Ben Rachid aunque reconstruida posteriormente por el Moulay Ismail en el s.XVII. En su interior hay un coqueto jardín; Adéntrate en las mazmorras, sube a alguna de las torres para obtener panorámicas inigualables de la ciudad y sobre todo visita el Museo etnológico que alberga una interesante colección de arte popular del norte de Marruecos. El hombre que cuida el museo (muy majete)  te hará la visita mucho más interesante y divertida, merece la pena escucharle, además habla español así que dale una buena propina al final (no me seáis cutres).

Al este de la Plaza Uta Al Hamman se abre la Plaza de Makhzen donde se encuentra el mercado del mismo nombre, uno de los más importantes de esta zona de Marruecos; También están el Hotel Parador y el parking público. Desde aquí se puede ver la Mezquita Rif Al Andalus.
Por un callejón llegaremos a la Puerta de Bab el-Ansar, la cual atravesaremos para alcazar el río y la Fuente Ras el-Maa, uno de los lugares más bonitos de Chaouen donde las mujeres lavan la ropa y si el tiempo es bueno también a los niños.
Desde aquí un camino nos conduce a la pequeña Mezquita Jemaa Bouzafar donde podemos ver una bonita puesta de sol.

Reportaje de Enero de 2009

Aunque en Chaouen los vendedores no son muy pesados ve con cuidado y no te dejes liar.

Al final no lo hice y me arrepentí pero me hubiera gustado darme un baño y un masaje en un Hammam, tiene que ser una experiencia auténtica. Tienes muchos repartidos por la ciudad.

Los Lunes y los Jueves puedes bajar a la parte nueva de la ciudad para ver el mercado en el que la gente de la montaña, ataviados con sus trajes tradicionales, ofrecen sus productos.