Haarlem

Sint Bavokerk

"Mucha historia y buen ambiente"

Si estás pensando en si esta ciudad tiene algo que ver con el conocido barrio de Nueva York, la respuesta es sí. Antes de que los holandeses se la vendieran a los americanos, Nueva York era originariamente Nueva Amsterdam, y dicho barrio se nombró así en honor a la protagonista de este reportaje.

Haarlem tiene mucho que ofrecer. Es una ciudad histórica fundada en el s.X que cuenta con más de 1.500 monumentos y alberga algunos de los museos más interesantes del país. Pero no te estreses, no hace falta verlo todo. Haarlem es un lugar perfecto para un día de excursión, además podrás acceder a pie a todos los lugares importantes.
Aunque es una ciudad tranquila, también es destino de estudiantes, así que cuenta con una agradable atmósfera juvenil y por supuesto con un buen ambiente nocturno.

Si has llegado en tren lo primero en lo que debes fijarte es en la Estación de Haarlem, la más antigua de Holanda. Originariamente era de estilo neoclásico pero se ha ido reformando y ampliando con el tiempo y ahora posee un original estilo Art Noveau, digo original porque es la única estación holandesa con ese estilo.
Después puedes coger algo de información en la Oficina de Turismo que se encuentra justo al lado, y luego tomar la calle Kruisweg que conduce hasta el corazón de Haarlem, la Grote Markt, en la que se sitúan varios de los monumentos más significativos de la ciudad. Si tienes suerte y vas en día de mercado la verás repleta de puestecillos vendiendo alimentos y ropa. Los sábados también hay mercado pero este día predominan las flores.
Llama la atención la gigantesca mole de la Grote of St. Bavokerk (Iglesia Mayor o de San Bavón), la iglesia más grande de los Países Bajos. Es de estilo gótico tardío y fue construida entre 1370 y 1520. Está en la lista de los 100 monumentos más importantes de los Países Bajos según la UNESCO.
Durante un tiempo fue catedral pero los protestantes se la robaron a los católicos y la quitaron ese rango. (La actual catedral de Sint Bavo se encuentra en la calle Leidsevaart 146).
En el exterior sobresale su curiosa torre de madera del s.XV. Del interior es muy interesante el órgano (1735-1738), uno de los más grandes del mundo que además ha sido tocado por grandes de la música como Mozart, Händel o Mendelssohn.

En medio de la plaza hay una estatua realizada en 1856 de Laurens Janszoon Coster, personaje nacido en Haarlem que algunos consideran el inventor de la imprenta.
En torno a ella hay otros lugares interesantes como el Ayuntamiento (Stadhuis), ubicado en un edificio de estilo gótico del s.XIV al que podemos entrar para ver sus magníficas pinturas.
El Hoofdwacht es una de las construcciones más antiguas de la ciudad (s.XIII) y en su día también fue sede del ayuntamiento.
Y por último mencionaremos el Vleeshal (s.XVII), el antiguo mercado de carne realizado en estilo renacentista que alberga un museo con exposiciones temporales.

En la plaza también hay numerosos bares y cafeterías donde hacer un alto para descansar y tomarnos algo tranquilamente.  (Sirven buenos desayunos en el Café Studio).

Después del tentempié podéis continuar callejeando por la zona vieja.
El centro histórico de Haarlem es una isla rodeada de canales.
En la orilla de uno de ellos, concretamente en la calle Spaarne 16, se sitúa el museo público más antiguo de Holanda, el Museo Teylers, que abrió sus puertas en 1784. Posee una colección variopinta que engloba esqueletos de dinosaurio, fósiles, instrumentos científicos, minerales, monedas, medallas holandesas y pinturas de célebres artistas de diferentes épocas como Miguel Ángel, Rembrandt o Van Ostade entre otros.
Cerca del museo y ubicado en un edificio histórico construido entre 1594 y 1599 en estilo renacentista, se encuentra De Waag. En su momento fue un lugar muy importante donde los barcos descargaban sus mercancías. Hoy día alberga una cafetería en la planta baja y salas de exposiciones temporales en los pisos superiores.

Hay que dirigirse a Groot Heiligland 62 (seguimos en el casco viejo), para visitar uno de los museos más importantes de la ciudad, el Museo Frans Hals.
Esta pinacoteca está dedicada a la figura de este famoso pintor del Siglo de Oro y acoge la mayor colección del mundo de obras del artista (también se pueden ver cuadros de otros pintores holandeses).
El edificio que alberga el museo fue reconstruido en el s.XX siguiendo el esquema original de 1608 realizado por el arquitecto Leiven de Key.

Casi enfrente se halla el Museo de Historia de Haarlem. Si te está gustando la ciudad y quieres conocerla un poco mejor, éste es el lugar indicado.

En uno de los márgenes del río Spaarne que cruza la ciudad, podemos ver De Adriaan, réplica de un antiguo molino de viento del s.XVIII que se quemó en 1932. En su interior hay una exposición sobre el funcionamiento de los molinos (Papentorenvest 1a).
No muy lejos de aquí, en Amsterdamsevaart, se encuentra Amsterdamse Poort, la única puerta medieval de la ciudad que ha quedado en pie de las 12 que se construyeron en 1355.

Como os dije al principio, Haarlem cuenta con una gran cantidad de monumentos y edificios históricos. Aquí sólo os he puesto un resumen, así que lo mejor es dar un paseo relajado e ir descubriendo lugares sin buscarlos.

Reportaje de Junio de 2011

Haarlem esconde entre sus calles pequeños jardines interiores rodeados de casitas conocidos como Hofjes. Estos coquetos patios fueron fundados por la burguesía y aunque la mayoría son privados, pueden visitarse siempre con cita previa y en silencio para no molestar a los vecinos.
El hofje más antiguo de Holanda es el Bakkenesserkamer (1395), que está en Wijde Appelaarsteeg 11, cerquita de la Grote Mark.
Hoy día sobreviven más de una veintena por la zona.

Si eres un entusiasta de la velas no puedes perderte el Mercado de Velas situado en Donkere Spaarne 24. Los sábados por la mañana a partir de las 11 puedes visitarlo y fabricar tu propia vela por unos 10€.

Uno de los platos más típicos de la zona son los arenques curados con sal. Si quieres probarlos, un buen sitio es el Restaurante De Pecherie Haarlem Aan Zee (Oude Groenmarkt 10).
Otro buen lugar para degustar comida holandesa es De Ripper (Ripperdestraat 139)

Si os interesa conocer cómo funciona el sistema de drenaje y las bombas que llevan a cabo esta función tan importante para la subsistencia del país, podéis acercaros al Museo De Cruquius (Cruquiusdijk 27. 6€).