Delos (Islas Cícladas)

Teatro

"En la isla que vio nacer a Apolo y Artemisa estaba prohibido nacer y morir"

Delos no es sólo el lugar perfecto para los amantes de la historia y las ruinas antiguas, cualquiera puede gozar de un paseo por esta isla que hace mucho tiempo fue el principal santuario del mar Egeo y una de las ciudades más importantes de la antigüedad. De hecho, las islas cícladas, a las cuales pertenece, se llaman así porque forman un círculo en torno a ella.
En la actualidad Delos también es importante, pues estamos hablando del yacimiento de mayor extensión conocido de la antigüedad, por encima incluso de la Acrópolis de Atenas y del mismísimo foro romano.

Para disfrutar en Delos (esto es una opinión personal) hay que usar la imaginación, si sólo te dedicas a caminar bajo el sol abrasador por una ciudad bastante ruinosa.... pues como que no.
No hay que cerrar los ojos, con ellos bien abiertos y la imaginación necesaria verás la grandeza de esta ciudad, sus bonitas avenidas repletas de estatuas, sus maravillosos templos, las casas y sus cuidados mosaicos, el magnífico teatro lleno de gente esperando una representación seguramente de algún pasaje mitológico...
Creo que se debía vivir muy bien aquí, además era una isla tolerante y abierta gracias al comercio, gentes de otras tierras y diferentes religiones como griegos, romanos, sirios o egipcios convivían aquí sin problemas.

El nombre de Delos significa "la brillante" pero... ¿de dónde viene ese nombre y cómo llegó a ser tan importante?
Como creo que todos sabemos en esa época no existía la televisión ni los culebrones pero para qué, para eso estaban los griegos y su mitología que no estaba exenta de enredos, amoríos, engaños, infidelidades, venganzas... vamos que tenían de todo. La historia que nos concierne tiene alguno de esos ingredientes, os cuento:

No es necesario que os presente a Zeus ni a su esposa Hera, bueno para los que no lo sepan eran los jefazos de los Dioses griegos.
A Hera se le suele atribuir una imagen de mujer mala y vengativa pero claro, Zeus no se estaba quietecito con las mujeres y eso a ella de tener más cuernos que el Minotauro no le gustaba mucho.
Y esta historia comienza precisamente así, con una infidelidad de Zeus que dejó embarazada a Leto, hija de Titanes (ya sabéis que los Dioses y los Titanes no se llevaban muy bien).
Hera celosa y con un cabreo considerable no le dejó dar a luz en ningún sitio donde brillase el sol. Leto buscó por continentes e islas pero éstos huían por miedo a Hera. Pero pasó una de esas cosas que nos pueden pasar a cualquiera. Resulta que una isla llamada Ortigia que flotaba sin rumbo por el mar Egeo le dio cobijo, así sin pedir alquiler ni nada. Poseidón, el Dios del mar que se une a nuestra historia, creó alrededor de la isla una cúpula de agua para que el sol no pasara y poder burlar a Hera. Y allí, apoyada sobre una palmera dio a luz a sus dos hijos, Apolo y Artemisa (que seguro que también os suenan). En el momento del nacimiento la isla se cubrió con una capa dorada llamándose desde entonces Delos.

Al principio, en el s.VII a.c., solamente se encontraban en la isla los templos sagrados de Apolo y Artemisa, la palmera donde nacieron y el pasaje de los leones. Pero más adelante, con la peregrinación de los fieles y gracias a su situación estratégica entre rutas comerciales de Oriente y Occidente prosperó rápidamente, ya que ese vaiven de mercancías hacía que el dinero también se moviera y aumentara, con lo que muchos banqueros y ricos comerciantes se transladaron allí con sus familias. La época de máximo esplendor de la ciudad se dio durante los s.V y I a.c.
Delos también es famosa porque es "la isla sin muertos", y no es una frase hecha pues no se han hallado huesos en ella. Fue Pisistrato, en el s.VI a.c., quien decidió purificar este lugar sagrado dictando una ley en la que los nacimientos y las defunciones quedaban excluidas de la isla. Así pues, se supone que las mujeres embarazadas, los enfermos, los ancianos y las tumbas ya existentes se transladaron fuera de ella.
Pero hubo alguien que no hizo caso a esa ley, el rey de los partos Mitrídates, quien desembarcó en la isla con sus soldados y les ordenó que mataran a todos los griegos sin importarle la edad ni el sexo. Los demás residentes, romanos , sirios, judíos y egipcios, fueron abandonando la isla por miedo a que el rey volviera. Y efectivamente regresó por segunda vez y acabó con todo. Este fue el final de Delos, que después de esto quedó olvidada durante años.

Los arqueólogos franceses fueron quienes descubrieron estas ruinas y empezaron a sacarlas a la luz, aunque hoy en día aún queda muchísima extensión por excavar. Se plantó también una palmera en el lugar donde según Homero nacieron Apolo y Artemisa.

En fin, la historia más o menos es esa. Ahora que ya conoces un poco más, puedes hacerte mejor a la idea de la vida en esta pequeña pero gran isla.
En cuanto a las cosas que visitar, déjate llevar y lo verás todo.
Una de las pocas edificaciones actuales es el Museo Arqueológico, en él, y a pesar de que muchos objetos están en el Museo Nacional de Atenas, encontrarás una interesante colección de utensilios, mosaicos y estatuas. (el precio del Museo va incluido con la entrada en la isla).  Junto al museo tienes un bar pero ten cuidado los precios son algo elevados.

Reportaje de Junio de 2007

Para conocerla de una forma relajada y tranquila te recomiendo que vayas a primera hora, así además evitarás el sol que pega con fuerza en esta isla con pocas sombras donde cobijarse. Por ello, si vas un día de calor o a horas peligrosas, un paraguas y una botellita de agua te vendrán de lujo.

Es una excursión que puedes hacer perfectamente por tu cuenta, lo digo porque te saldrá más barato que si la contratas en el hotel o por agencia. Sólo tienes que acercarte al puerto de Mykonos y ya verás carteles que anuncian el trayecto.

Ten cuidado con los guías del parque, antes de acoplarte a un grupo pregunta el precio.