Den Helder y Huisduinen

Faro De Lange Jaap (Huisduinen)

"En la Puntita de Holanda"

En nuestro recorrido por Holanda decidimos salir un poco de los lugares clásicos (Amsterdam, Utrecht, Haarlem, Volendam...) y perdernos un poco por ahí.
Avanzamos y avanzamos hasta que el mar se interpuso en nuestro camino y ya no teníamos más opción. Habíamos llegado a la ciudad más septentrional de la Holanda continental, Den Helder.

La ciudad en sí no es de la más bonitas de Holanda, aunque si he de ser sincero tampoco hicimos una visita en profundidad. Dimos una vuelta por las calles del centro por las que sobresale la Torre del Agua y comimos en un centro comercial.

Luego nos acercamos a la zona del puerto donde se ubica el Museo Marítimo (6€), sin lugar a dudas el mayor punto de interés de la ciudad.
Den Helder es el puerto principal de la Armada Real de los Países Bajos y como tal, tiene un museo a su altura. Por lo que he leído cuenta con una amplia exposición y todo está perfectamente organizado.
Nosotros no entramos dentro de los pabellones,  pero sí estuvimos por fuera donde se pueden ver algunas embarcaciones que están muy bien. Una de las experiencias que más gustan es la visita a un submarino.
En el mismo recinto también se puede visitar el Museo Dorus Rijkers dedicado al salvamento marítimo.
 

En Holanda hay 21 "comunas antillanas" y Den Helder es una de ellas dando cobijo a unos 1450 habitantes antillanos (población proveniente de las Antillas Holandesas que son unas islas situadas al norte de Venezuela). De ahí que haya muchas fiestas caribeñas y tropicales.
También se celebra el Mercado Oriental de Pasar Malam.
 

Como he dicho antes Den Helder no es una ciudad muy atractiva, pero esta parte de Holanda ofrece muchas más cosas, sobre todo desconexión.
 

Preguntamos a ver si alguien nos podía decir qué podíamos ver por esta zona y una mujer nos recomendó que nos acercáramos a la pequeña localidad de Huisduinen (a unos 3.5 Km del centro de Den Helder). Como no teníamos mucha idea le hicimos caso y allí que fuimos.
Aparcamos cerca de una coqueta iglesia pero rápidamente lo que llamó nuestra atención fue el Faro De Lange Jaap, que con 63.45 m es el faro de hierro fundido más alto de Europa. Se construyó en 1877 y se encendió el 1 de abril de 1878.

Luego dimos un paseo por las bonitas y solitarias playas de la zona donde te sientes alejado del mundo. (al menos cuando fuimos nosotros no había ni el tato)

Llegamos al Fuerte Kijkduin (8€), levantado en 1811 por orden de Napoleón porque vio en el lugar un punto estratégico importante. Él lo llamó el "Gibraltar del Norte".
Está muy bien restaurado y el interior tiene varias visitas interesantes; un museo, un acuario y el propio fuerte, que cuenta con metros y metros de túneles subterráneos. (Por desgracia nosotros sólo entramos al hall y a los baños, ya estábamos cansados que el día había sido largo). También hay un restaurante.

Desde aquí puedes ir caminando y adentrarte en las dunas de la Reserva Natural de De Grafelijkheidsduinen.
Si buscas más naturaleza puedes acercarte a los Bosques de De Donkere Duinen y de Mariëndal a pasar el día y ver animales.

Pero hay un lugar al que sí me hubiera gustado ir ya que estábamos por la zona. Por desgracia no habíamos investigado nada y esta pequeña joya de tan sólo 20 Km de largo y 8 de ancho se nos pasó por alto. Estoy hablando de la Isla de Texel, la más grande de las Islas Frisias, y todo un paraíso de tranquilidad, naturaleza y playas.
Aparte de ello puedes vistar pueblos típicos como Den Burg, Den Koog o Den Hoorn, y Ecomare (9.75€), un centro de rehabilitación de focas y leones marinos que además es museo y acuario, tiene buena pinta así que no dejes de visitarlo.

A Texel se llega perfectamente en Ferry desde Den Helder (media hora 2.50€) y por su tamaño es perfecta para recorrerla en bici (6€/día).

Reportaje de Octubre de 2015