Creta II (Región de Rethymno)

Playa de Preveli

"La provincia más pequeña de Creta es también la más montañosa; Disfruta de los olores de la tierra, de la tranquilidad de sus pueblos y de unas magníficas playas"

Creta es la isla más grande de Grecia y la quinta del Mediterráneo. Playas, pueblos, ruinas y espacios naturales se reparten entre sus cuatro provincias.
Si vas poco tiempo tienes que hacerte un buen planning para ver al menos lo imprescindible. Yo fui una semana e hice lo que pude pero bueno, si no te da tiempo ya tienes una buena excusa para volver.
En este reportaje nos centraremos en la región de Rethymnon.

Como en todas las provincias de Creta, la capital y la zona turística están al norte mientras que el sur se encuentra casi inalterado.
En medio encontramos grandes montañas y valles con multitud de pueblos encantadores.
Comenzaremos nuestra ruta por el norte, donde visitaremos la capital de la provincia y un par de enclaves turísticos. Luego iremos bajando poco a poco hacia el sur.

Retimnon es una ciudad fascinante llena de rincones singulares que dan al lugar cierto aire exótico. El centro está lleno de callejuelas por las que da gusto pasear y percibir el olor a hierbas y especias que desprenden las tiendas de alimentación. Los talleres artesanos ofrecen joyas y piel y en las tiendas de recuerdos podrás comprar Rakí, bebida típica (está fuertecita) o una esponja natural de los mares de Grecia (muy duraderas por cierto).
Retimnon no fue una ciudad muy importante hasta los sXVI y XVII cuando fue ocupada por los venecianos. A partir de ahí fue floreciendo y enriqueciéndose culturalmente ya que tras la caída de Constantinopla fue refugio de muchos eruditos bizantinos.
Más tarde los Turcos la ocuparon durante 250 años.
El centro de la ciudad conserva esa mezcla de culturas; Arcos y puertas venecianas, los típicos balcones turcos de madera, minaretes, cúpulas...
Actualmente Retimnon es la "Capital Cultural" de la isla y en ella se ubica la Universidad de Creta.

La Puorta Guora, único resto de las antiguas murallas venecianas, nos introduce de lleno en la ciudad vieja. Pronto verás el esbelto minarete construido en 1890 de la Mezquita Nerantziés. Originalmente fue la Iglesia de Santa María pero fue convertida a mezquita por los turcos. Hoy día no es ni una cosa ni otra sino un conservatorio-auditorio.
Muy cerca, en una amplia casa veneciana, se encuentra el Museo de Historia y Arte Popular que guarda una encantadora colección de tejidos, piezas de artesanía, cerámicas, herramientas... de las familias de la región.
También nos enseña técnicas para la elaboración del pan, los típicos bordados griegos y otros trabajos artesanales.
Podemos hacer un alto para tomarnos un aperitivo en alguno de los cafés y tabernas cercanos a la Plaza de la Fuente Rimondi, y ver el ir y venir de la gente sin preocuparnos de nada.
La Fuente Rimondi fue construida por los venecianos en 1623, tiene 4 columnas corintias y cabezas de león por las que fluye el agua.
Muy próximo se halla el Centro de Arte Contemporáneo o Galería L Kanakakis, donde se realizan exposiciones temporales de pintura, escultura y otras técnicas fundamentalmente de artistas griegos.
Tiene una exposición permanente dedicada a Lefteris Kanakakis, un artista local.

Dirijámonos ahora hacia el pequeño Puerto Veneciano construido en el s.XIII. Se trata de uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad y por lo tanto parada obligada en una visita a Retimnon.
Tiene mucha animación y está lleno de bares y restaurantes donde te costará algo más caro comer que por el centro, pero puede merecer la pena. (Yo lo hice y el sitio donde comí no me pareció mal, de todas formas fíjate en los precios de la carta antes de sentarte para no llevarte sorpresas).
Otro sitio que no debemos perdernos es la Fortaleza (3€) ubicada sobre un promotorio dominando toda la ciudad. Fue construida por los venecianos (1573 - 1586) para defenderse de los temibles ataques turcos y fue diseñada para albergar a toda la ciudad, por ello es la fortaleza veneciana más grande de las existentes.
Sufrió 23 días de asedio por parte de los turcos, varios terremotos y bombardeos durante la segunda guerra mundial, con lo que tenemos que darnos con un canto en los dientes con lo que queda en pie.
Dentro hay una mezquita y buenas vistas sobre la ciudad. En verano se organizan conciertos al aire libre.
En la antigua prisión turca que hay a la entrada de la fortaleza se ubica hoy en día el moderno Museo Arqueológico, que guarda principalmente restos arqueológicos minoicos y grecorromanos de esta región.

Fuera del casco viejo pero muy cerca de él, se encuentra el parque de la ciudad, donde podemos descansar un rato bajo la sombra de algún árbol (También tiene animalitos).
Otro sitio perfecto para relajarse es por supuesto la playa que se sitúa al este del puerto.

Siguiendo precisamente hacia el este, la costa se extiende con kilómetros de playas (si he de ser sincero son muy normales, las buenas están en el sur) y multitud de hoteles.
A 18 Km. de Retimnon podemos hacer un alto en Panormos, un tranquilo puerto pesquero con las típicas tabernas y cafés.
Bali es otro puerto pesquero que se ha convertido poco a poco en un floreciente enclave turístico. Hoy se encuentra repleto de hoteles, apartamentos, bares y discotecas. La Playa Paraíso es la mejor para darse un chapuzón pero en verano está llenísima.

Adentrémonos ahora en el interior, donde nos aguardan montañas, pueblos atrapados en el pasado y lugares llenos historia y leyendas. Cerca de Bali se encuentra la Cueva Melidoni que mezcla mitología e historia. Mitológicamente es el hogar de Talos, el gigante de bronce guardián de las costas de Creta pero históricamente (1824) fue el lugar donde perecieron 370 habitantes del pueblo, en su mayoría ancianos, mujeres y niños que buscaron en esta cueva cobijo para esconderse de los turcos. Los soldados descubrieron el lugar y sitiaron la cueva pero los cretenses no se rindieron, además mataron dos enemigos. La respuesta de los turcos fue encender hogueras a la entrada de la cueva y asfixiar a todos los que hubiera dentro. En una de las galerías hay un osario que recuerda lo sucedido.
En las cercanías se sitúa el pueblo de Margarites conocido por su talleres de alfarería.

Otro lugar famoso por el heroísmo de los cretenses en su lucha por la libertad es el Monasterio Arkadiou. Su magnífico emplazamiento entre las montañas lo convirtió en un importante centro de la resistencia contra los turcos. Pero el 9 de Noviembre de 1866, tras dos días de asedio, los turcos consiguieron penetrar en el monasterio donde se refugiaban cientos de miembros de la resistencia junto con sus familias. Los Cretenses prefirieron suicidarse antes de morir a manos turcas y para ello encendieron el polvorín causando una gran explosión y matando también a multitud de soldados enemigos.
Hoy podemos visitar ese polvorín con restos del estallido, la iglesia restaurada, la elaborada fachada veneciana de 1587 que aguantó y un pequeño museo que reune objetos relacionados con el asedio. Cerca de la entrada hay un osario con los restos de las víctimas de la tragedia.

Siguiendo nuestra ruta entre montañas nos dirigimos hacia la más alta de Creta, el Monte Psiloreitis, pero antes hagamos un alto en Anogia, muy conocido por los bordados que las mujeres elaboran a mano en los telares.  La tradición es antigua pero los edificios de esta localidad son nuevos. Todo tiene su explicación:
Durante la II Guerra Mundial, un comandante en jefe de los alemanes, el General Kreipe, fue secuestrado y escondido en este pueblo antes de ser sacado de Creta. Los alemanes muy cabreados la tomaron con el lugar y lo bombardearon por completo a excepción de la iglesia.
A 17 Km. de  Anogia, una sinuosa carretera nos conduce hasta una taberna a los pies del monte donde podemos tomar fuerzas antes de realizar la excursión que nos llevará entre 7-8 horas ida y vuelta.
Muy cerca de aquí se sitúa la Cueva Idaiki que compite con la Cueva Diktaío por ser el lugar de nacimiento de Zeus.

Al abrigo del monte Psiloreitis se abre el Valle de Amari, otra buena ruta que nos deleita con paisajes espléndidos y pueblos singulares.
Comenzaremos en Tronos que posee una bonita iglesia con frescos medievales y el suelo pavimentado con mosaicos bizantinos. Detrás de la iglesia hay un sendero que conduce a las ruinas de la antigua ciudad de Sybrito.
Continuamos hacia el Monasterio veneciano de Asomaton convertido hoy en escuela Agrícola. A 7 Km. de aquí se encuentra Amari que conserva algunos frescos muy deteriorados en la Iglesia de Agia-Anna pero lo compensa con espléndidas vistas del valle.
En Vizari hay ruinas romanas y bizantinas y en Zaros, famoso por sus manantiales, pararemos a comer una buena trucha en alguna de sus tabernas.
En Gerakari son conocidos por sus cerezos, puedes comprar cerezas envasadas y licor de guindas.
Finalizaremos nuestra ruta por el valle de Amari visitando Meronas y los frescos de la Iglesia de Panagia.

Un par de localidades más que podemos visitar en la zona centro antes de seguir bajando son:
Spili (a 20 Km de Retimnon) es famosa por sus bordados y tiene una fuente veneciana con catorce cabezas de león.
Maroulas es el típico pueblo donde parece que el tiempo se ha detenido. Está situado sobre una colina y cuenta con bonitas casas venecianas.

Es momento de bajar al sur e ir un poco a la playa que para eso estamos en una isla, vamos digo yo. Nuestra primera parada será Plakias, uno de los poco enclaves turísticos del sur. Lo más atractivo de este pueblo es su emplazamiento y su playa rodeda de abruptas montañas. Algunos hoteles y apartamentos, un par de discotecas y tabernas que miran al mar completan el conjunto. Recomiendo la Taberna Sofía, nos trataron muy bien y comimos a muy buen precio.
La playa de Plakias, aunque de aguas limpias, es de arena áspera y piedras lo que la hace poco atractiva. Encontrarás una mejor en Damnoni, a la que puedes acceder en coche o dándote un paseito de media hora.
Pero para mí, la playa más espectacular de esta región es la Playa de Preveli. Y no porque sea extensa, ni de arena fina, ni cómoda, porque en verano se llena fácilmente, sino por su ubicación entre montañas, sus aguas transparentes y un río que tuerce para dejar más espacio y desembocar en la misma playa. Es un lugar idílico.
También se la conoce como Palm Beach por la plantación de palmeras que hay en las riberas del río Megapótomos, en el que también te puedes bañar y alquilar una barca de pedales.
Se accede a ella por barco o por alguno de los abruptos senderos que se dibujan en la montaña. Precisamente uno de esos caminos lleva hasta el Monasterio Preveli, otro de esos lugares con una historia parecida a otras que ya hemos visto en este reportaje.
Cuando Creta cayó en manos turcas los monjes decidieron abandonar su monasterio original (del cual se pueden ver los restos en la ribera del río Megapótomos) y asentarse en un lugar más seguro. Fue uno de los centros de la resistencia contra los turcos y más tarde fue parcialmente destruido por los alemanes por haber acogido a las tropas aliadas y ayudarles a abandonar la isla. De hecho ninguno de los edificios originales se conserva hoy en día pero el monasterio tiene gran atractivo. Destaca la Iglesia de Agios Ioannis, reconstruida en el s.XIX (la original era del s.XVII). En su interior hay una cruz de oro y diamantes que según se cuenta tiene un fragmento de la cruz de Cristo. Se dice que los alemanes intentaron robar la cruz tres veces pero los motores de sus aviones fallaban cuando intentaban despegar. También hay un Museo con ofrendas, iconos, trajes...

Nuestra última parada por el sur y por esta entrañable región es Agia Galini, otro puerto pesquero convertido en zona turística.
En verano está muy animado, hay bares, tabernas y discotecas repartidas alrededor del puerto pesquero. La playa no es muy buena pero todos los días salen barcos hacia las playas de Agios Georgios y Agios Pavlos.

A 12 km. de la costa pero formando también parte de la provincia de Rethymno se encuentran las islas deshabitadas de Paximadia donde podemos encontrar hermosas playas.

Reportaje de Septiembre de 2008

Para esta ruta lo mejor es que alquiles un coche o una moto.
No te sorprendas si ves dos coches paralelos por un carril, aquí es normal usar el arcén como otro más.

Siéntate en una taberna perdida de algún pueblo, pide comida típica y disfruta de ese momento único.