Albarracín

Albarracín

Citaré a Azorín porque creo que su frase lo dice todo: "Visite una de las ciudades más bonitas de España, visite Albarracín"

No le voy a quitar ni pizca de razón a Azorín, el pueblo es una maravilla; Las casas, los monumentos, la ubicación, el entorno...
A pesar de que no es muy grande, la visita da mucho de sí.
No sólo hay que ir a tiro hecho a los lugares de interés, hay que recorrer sus calles sin buscar nada en concreto, pues cualquier rincón tiene su encanto y te puede sorprender.

Albarracín posee un precioso conjunto histórico artístico que fue declarado Monumento Nacional en 1961. En la actualidad está propuesto por la UNESCO para ser declarado Monumento de Interés Mundial. Mucha suerte!!

Durante la invasión musulmana fue una importante plaza fuerte que más tarde llegó incluso a ser capital del Taifato Independiente de los Iben Razín (de ahí su nombre).
De la primera etapa islámica (s.X) datan la Torre del Andador y la Alcazaba, aunque ésta última ha sufrido modificaciones hasta el s.XVI.
El sistema defensivo de Albarracín se fue ampliando con otras construcciones como la Torre de La Muela, actualmente en ruinas, y la Torre de Doña Blanca (s.XIII), simétrica a la del Andador. Esta fortificación, además de acoger una exposición pictórica sobre paisajes, esconde una triste historia sobre la Infanta Doña Blanca, que tuvo que huir a este lugar cuando su hermano subió al trono porque la mujer de éste estaba celosa de ella por su belleza.
La infanta llegó con una gran comitiva y se hospedó en la torre. A partir de ahí nadie volvió a saber nada de ella. Dicen que murió de melancolía (Ole ahí esos forenses de la época; ¿De qué ha muerto?, pueeees de pena, caso cerrado. Ni CSI ni gaitas). Cuentan que las noches de luna llena su espíritu baja a bañarse al río (eso sí que es para morirse, pero de un infarto si te la encuentras, ño! que susto).

Albarracín ha conservado también gran parte de su recinto amurallado, sobre todo los tramos que desembocan en la mencionada Torre del Andador (Las murallas son de época cristiana, s.XIV).
Merece la pena subir aunque sólo sea por las espectaculares vistas que se tienen sobre la localidad. Desde abajo el camino parece duro, pero es más fácil y corto de lo que te imaginas, eso sí, no recomiendo llevar tacones.
En el propio pueblo es posible ver algunos restos de murallas y dos de los tres antiguos portales que permitían el acceso a la ciudad; El Portal del Agual y el Portal de Molina, el cual volveré a mencionar en breve.

Y ahora sí, métete de lleno en sus calles y camina sin rumbo. Fíjate bien en la característica arquitectura medieval de sus casas de yeso rojo construidas con materiales de la zona. Un par de buenos ejemplos de viviendas típicas son la Casa del Chorro, y la Casa de Julianeta (s.XIV), que junto con el Portal de Molina, forman una de las estampas más conocidas de Albarracín.
También merecen mención algunos caserones y palacetes como el Palacio de los Monterde y Antillón, el de los Dolz de Espejo (s.XV), la Casa de la Brigadiera (s.XVI), el Caserón de los Navarro de Arzuriaga (s.XVII), el cual reconocerás por su fachada azul,  la Casa de la Comunidad, la Casa-Palacio de Santa María (s.XVII), la Casa de la Enseñanza (s.XVIII) y el Palacio Episcopal (s.XVIII), cuyas múltiples dependencias dan cobijo al Museo Diocesiano. En él se exhiben numerosos tesoros; Una colección de tapices del s.XVI realizados en Bruselas, varios cálices y retablos, una preciosa cruz parroquial y otras piezas de orfebrería religiosa. Pero la joya más importante de todas es un pez de cristal de roca tallada único en el mundo (bueno habrá uno más por ahí perdido ya que existía otro en Rusia que desapareció durante la revolución bolchevique).
El Palacio Episcopal comunica directamente con la Catedral de El Salvador (s.XVI), construida en estilo gótico levantino. En su interior destacan el Retablo de San Pedro y el Retablo Mayor, considerado como una de las obras más importantes del renacimiento aragonés (ambos son del s.XVI).
Frente a ella hay un excelente mirador donde tomarse un respiro disfrutando del paisaje.
Otro importante templo religioso de Albarracín es la Iglesia de Santiago, comenzada en el año 1600 aunque terminada mucho después. También conserva algunos retablos interesantes.
 

Durante tu recorrido seguro que has atravesado más de una vez la Plaza Mayor. Entre idas y venidas puedes hacer un alto cuando quieras en alguno de los bares que hay en ella para reponer fuerzas.
En la Plaza se ubica el Ayuntamiento, un edificio del s.XIV aunque remodelado en el XVI. Destacan sus porches, la balconada del primer piso y el escudo de armas de Albarracín. Sobresaliendo del resto de la construcción hay un reloj con una campana. En un lateral hay un bonito mirador.
Junto a la Plaza Mayor, en la Calle Azagra número 4, se sitúa el Museo de Forja, en el que podremos ver la obra de Adolfo Jarreta, un maestro del hierro reconocido internacionalmente.
La Calle Azagra también merece una mención especial ya que es una de las más características del pueblo; Sinuosa, estrecha y en muchos tramos oscura, ya que los tejados de las casas están muy juntos y no dejan pasar la luz. En ella se ubican varias de las casas que vimos anteriormente.
Si seguimos bajando por esta vía hasta la calle Bernardo Zapater, veremos el Colegio de los Escolapios (1742), el mayor inmueble de la ciudad reconvertido hoy en el Hotel Arabia.

En el espolón que forma el meandro del Río Guadalaviar, entre la alcazaba y la Torre de Doña Blanca, hay otros puntos interesantes que podemos ver como la Iglesia de Santa María, el primer templo cristiano del Albarracín medieval (anterior al año 1200), la Ermita de San Juan (s.XVII), la Casa de Pintores (s.XVI) y el Museo Municipal, ubicado en un antiguo hospital del s.XVIII que recoge objetos encontrados en las excavaciones arqueológicas de la zona desde la Preshistoria hasta la Edad Media.

Pero no hemos acabado, como os dije al principio, Albarracín es pequeño pero tiene mucha chicha.
En la parte baja (junto a la oficina de turismo) podemos tomarnos un cafetito o una copa en un sitio muy agradable y con historia, El Molino del Gato. También podemos acercarnos al Barrio del Arrabal, donde se encuentran la Ermita de Santa Bárbara y el Museo de Juguetes, que alberga una entrañable colección propiedad de Eustaquio Castellano.
Otra forma de viajar al pasado (esta vez mucho mucho más atrás), es visitar Mar Nummus, uno de los 6 parques que forman Territorio Dinópolis en la provincia de Teruel. Todos ellos combinan ciencia y diversión para que aprendamos de forma amena cómo era la vida de los dinosaurios.
En este caso, el centro de Albarracín muestra una interesante colección de fósiles marinos, ya que hace la tira de años, la sierra de Albarracín estaba cubierta por el mar. (el parque central y más grande está en la ciudad de Teruel)
 

Existe una ruta muy bonita y fácil a los pies del pueblo que recorre el meandro que forma el río Guadalaviar (Paseo Fluvial). Un itinerario encantador que discurre por sendas y pasarelas de madera junto al frescor del agua y la sombra de los árboles.
Infórmate en la Oficina de Turismo porque se te puede pasar por alto y merece la pena. Puedes comenzarla en el Parque Municipal, al final del todo cruza un puente y enseguida verás el camino a seguir
Hay otro sendero que nos conduce hasta la solitaria Ermita del Carmen (s.XVIII). Para ello sigue la calle homónima desde el pueblo. El trayecto es menos atractivo que el anterior, pero también ofrece buenas panorámicas. 

Si queremos movernos un poquito más, la sierra de Albarracín ofrece multitud de lugares preciosos para hacer senderismo y otras actividades al aire libre. Aquí os dejo un enlace donde encontraréis mucha información sobre el entorno de la zona; Turismo Albarracín
Dentro del llamado Parque Cultural de Albarracín, en el paraje conocido como "El Rodeno", hay numerosas pinturas rupestres fechadas entre 6000 y 1.500 años a.C.

Reportaje de Mayo de 2012

Es muy normal que haya bastantes visitantes en Albarracín (sobre todo si hace bueno), así que lo primero que te recomiendo antes de nada es ir a un restaurante y reservar una mesa. Luego ya puedes ir a ver lo que te apetezca tranquilamente.
Si quieres probar algunos platos típicos de la zona te puedo decir el cordero a la pastora, ternasco de Aragón, conejo escabechado, trucha al vino, huevos con jamón, migas con uvas, sopas de ajo, sopas tostadas etc
El postre está claro, una almohábana de ben Razín.
Nosotros tomamos primero unas cañitas en un Bar de la Plaza Mayor y luego comimos en el Restaurante El Bodegón (C/ Azagra 2)
 

Puedes adquirir productos de la tierra para llevarte a casa.
Los derivados del cerdo son de una excelente calidad.
También te recomiendo el Queso Sierra de Albarracín, que obtuvo el galardón de mejor queso del mundo en 2010.
Tienen muy buen género en la Charcutería Muñoz & Grein (C/ de la Diputación Provincial, muy cerca de la Plaza Mayor)