Skopelos (islas Espóradas)

Playa de Milia

"Mamma Mia qué isla!!!"

Cubierta por un manto verde de pinos que llegan hasta el mismísimo mar (con permiso de algunos campos de olivos que hay por ahí) y unas aguas tan cristalinas que verás la lentilla de un pitufo a 10 metros de profundidad, Skopelos es un auténtico paraíso.

No he puesto la frase de la entradilla por casualidad, sé que no es una expresión griega, pero creo que la define perfectamante. Además me viene al pelo, ya que en ella se rodó la Película Mamma Mía que ha hecho que sea conocida internacionalmente y se llene de turistas (Aunque en la película se la conoce como Kalokairi, que significa tiempo precioso)

Un buen punto de partida para conocerla es su capital, Skopelos, donde seguramente te deje el Ferry (aunque también para en Loutraki)
Es la localidad con más vidilla de la isla; El paseo del puerto está repleto de bares, restaurantes, heladerías, tiendas de recuerdos...
Para verla bien aconsejo meterse por sus callejuelas y perderse, aparte de encontrar preciosos rincones, podéis descubrir algún restaurante estupendo o alguna coqueta tienda de artesanía o de productos de la tierra.
También es interesante visitar el Museo del Folklore y la Vieja Mansión de los Vakratsa (3€), una importante familia de la isla.
Frente a la playa de Skopelos (si es la primera que ves no te preocupes, es feita, nada que ver con el resto), se ubican los restos de una antigua casa romana que hacía de hospital y en la que se comerciaba con vino (Nos lo contó una chica en inglés y es lo único que recuerdo).

Si has cometido algún pecadillo durante el viaje o ya traes alguno de serie, no tienes de qué preocuparte, hay un montón de iglesias y ermitas repartidas por la localidad donde puedes sanear un poquito el alma.
Voy a nombrar sólo algunas porque como os he dicho hay bastantes:
Sobre un saliente rocoso al final del puerto destaca la silueta de Panagitsa Tou Pirgou, una de las más importantes. Si seguimos camino arriba nos cruzaremos con Ag. Nikolaos, Evagelistria y Ag. Athanasi. Y por el centro están Ag. Nikolaou (no confundir con la anterior), Ag. Mihail, Panagia Eleftherotria y Tris Ierarhes entre otras.

La segunda ciudad de la Isla Glossa, situada sobre una colina mirando al mar. También hay que recorrer sus pintorescas calles, cuyas casas recuerdan a la ocupación veneciana, y sentarse a tomar algo en alguna de las tabernas de la Plaza de la Iglesia.
A sus pies está el Puerto de Loutraki, en el que destaca la Iglesia de Ag. Nikolaou y algunos restos romanos (pero muy muy escasos, vamos que a no ser que seas un experto no merecen la pena porque no se ve na de na).
A unos 5 Km de Glossa, por una estrecha y serpenteante carretera, se llega a uno de los puntos más visitados de la isla, la iglesia de Ag. Ioannis sto Kastri, o lo que es lo mismo, la capilla de la escena final de la película Mamma Mía. La verdad es que el templo en sí no es una maravilla, pero sí su ubicación sobre una gran roca casi en medio del mar.
El plan aquí es sencillo: Subes a la Ermita, fotitos de la iglesia y de las vistas, bajas, tomas un refresco/cerveza en el puesto que hay perfectamente ubicado para suministrar líquidos a los sedientos caminantes, y te acercas a la playa de Ag. Ioannis para darte un chapuzón que te vendrá de lujo.

Skopelos también está repleta de monasterios desperdigados por toda su superficie. En principio no tenía pensado ir a ninguno, pero íbamos con el coche hacia la capital y vimos una señal que conducía al de Ag. Riginou, así que paramos por curiosidad, echamos las fotos pertinentes y seguimos nuestro camino (no estaba mal, era bonito).
He leído que uno de los más interesantes es el de Timíou Prodrómou (en la costa norte), donde las monjas que lo habitan hacer trabajos artesanos que luego venden a los turistas. 

Seguramente uno de los principales causantes para que te hayas decidido a venir aquí es el mar, así que es el momento de conocer sus principales playas, caracterizadas todas ellas por unas aguas realmente limpias y transparentes.
A unos 5 Km al sur de la capital se llega a las playas de Stafilos y Velanio. El autobús te deja cerca pero tienes que andar un ratito (poco no te asustes). La primera está más concurrida, es de grava y cantos, y cuenta con chiringuito. Antes de llegar también tienes un restaurante donde puedes comer acompañado de unas buenas vistas, o puedes llevarte la comida a la playa.
Atravesando ésta y el Cabo Stafilos, se alcanza Velanio, también de grava y en la que se puede practicar nudismo.
Continuando por la costa se llega a Agnontas, un micropueblo con una playa muy coqueta (aquí hay algunas tabernas donde se come buen pescado).
No muy lejos de aquí se sitúa la Playa de Limnonari, más tranquila ya que no llega el autobús y perfecta para hacer snorkel por sus aguas tranquilas.
Panormos es otro pequeño pueblo con una preciosa playa de piedras blancas y un agua de cristal. Desde aquí nosotros alquilamos un kayak (también se puede alquilar lanchas sin necesidad de licencia) y nos acercamos a las playas de Andrines, ocupada casi por completo por un hotel, y Milia, una de las mejores de la isla. De una a otra hay zonas rocosas y pequeñas calas de un increíble agua azul turquesa.
Milia nos gustó tanto que volvimos otro día. Cuenta con un animado chiringuito y hay una parte para nudistas.
Otra a tener muy encuenta es Kastani. Fue una de mis favoritas, tanto por la playa en sí, preciosa, como pos su animado chiringuito-Chill Out que está realmente bien.

Recorriendo esta parte de la costa hay muchas más playas, pero entre las que os he mencionado están las más conocidas.
En la otra costa hay más (ya he mencionado la de Ag. Ioannis), pero en este caso sólo me voy a detener en la de Glisteri porque me pareció una auténtica maravilla. No llega el autobús pero sí puedes llegar en coche. También hay una exursión que sale desde el puerto de Skopelos y que te deja aquí todo el día, ya que aparte de disfrutar de esta magnífica playa y comer en el Restaurante To Palio Carnagio, de cocina tradicional griega, puedes visitar el Museo Familiar Kosmas Giorgos. 
(La excursión sale a las 11 y regresa a las 17 h. y cuesta 7.50€)
 

Reportaje de Noviembre de 2013 

Yo fui la segunda semana de septiembre. Si buscas tranquilidad y relax aquí lo encontrarás en esas fechas. El tiempo suele ser muy bueno y no hay las aglomeraciones de agosto. Es una gozada bañarte sólo en una playa como Milia, una de las más conocidas y bellas de la isla.
 

Me encanta la comida griega, y en Skopelos la pude disfrutar de lo lindo.
Aparte de la típica cocina del país, puedes probar algunas especialidades de la isla como la Skopelos Pie, la cual yo describiría como una especie de Porra (sí las que se toman con chocolate), rellena de cebolla, queso, espinacas o crema.
La miel es uno de los productos más característicos de la zona, así que si quieres algo dulce, puedes degustar las Honey Balls.
 

En la capital cenamos muy bien en la Taberna Gorgones, que tiene mucho encanto. Si das un paseo por las calles de Skopelos seguro que la encuentras.
Nos recomendaron también la Taberna Molos, en el paseo del puerto, pero creo que no acertamos con los platos. Aún así tiene mucha fama así que ve a probar a ver si tienes más suerte.
Un detalle que me gustó es que en la mayoría de los sitios te invitaban al postre, casi siempre fruta, pero he de decir que en la Taberna Molos nos pusieron una pannacota riquísima (y además gratis)

Después de la cenita tienes muchos sitios muy majos, tanto por la parte del puerto como por el interior del pueblo, donde tomarte una copita o un cocktail tranquilamente.
 

Aunque los autobuses funcionan bien, no son caros y te dejan en las playas más importantes, siempre tienen el inconveniente del horario y las esperas, así que os recomiendo que al menos algún día alquiléis un coche o moto para llegar a esos lugares donde no llega el transporte público.