Colonia

Puente de Hohenzollern y Catedral

"¿La ciudad con más bares de Alemania?. No necesito más información, para allá que voy"

Puede que con la entradilla ya estés convencido (yo lo estaría), pero si necesitas algo más para decidirte por un destino, ahí va más información:

Colonia es la cuarta ciudad más grande de Alemania por detrás de Berlín, Hamburgo y Munich, y la más poblada del Estado de Renania del Norte-Westfalia. 
A pesar de ello la capital del estado es Düsseldorf, por lo que existe bastante rivalidad entre ambas.
 

Y sí, para los que se los estén preguntando la colonia se creó aquí. Fue John María Farina quien le puso dicho nombre a su agua perfumada en 1709. Como curiosidad, uno de sus clientes más importantes fue Napoleón, quien se hizo unas botas de montar especiales para llevar esta fragancia.
Podrás comprarla en cualquier tienda de souvenirs, pero el lugar más emblemático donde hacerlo es la propia Casa del Perfumista (Obenmarspforten 21). Esta tienda-museo está regentada por la esposa de un descendiente directo y cuenta también con una colección de curiosos frascos de colonia y algunos viejos alambiques.
 

Pero el origen de la ciudad fue mucho antes. Fueron los romanos quienes la fundaron en el año 38 a.C. con el nombre de Oppidum Ubiorum, aunque fue más adelante cuando se declaró colonia romana con el nombre de Colonia Claudia Ara Agrippinensium en honor al nacimiento de la emperatriz Agripina, hija de Julio César Claudiano Germánico (noble militar que gobernó la provincia de Germania), y más tarde mami de Nerón (que seguro que os suena más)
Hay algunos restos de la época repartidos por la ciudad (no muchos). Pero si de verdad quieres empaparte de esta parte de la historia de Colonia, tienes que visitar el Museo Romano-Germánico (9€), situado en Roncalli Platz 4 (en uno de los laterales de la Catedral).

Es hora de visitar la construcción más emblemática de la ciudad, su Catedral, la más grande de Alemania.
Este monumento no tiene pérdida, ya que sus torres se ven casi desde cualquier punto de la urbe. Y si llegas a Colonia en tren ya ni te cuento, pues nada más salir de la estación te darás de bruces con esta inmensa mole construida en 1248. (te costará cogerla entera para la foto)
Su interior, que también es una maravilla, alberga las Reliquias de los Reyes Magos que veneran cientos de fieles al año.
Saliendo de la catedral, por uno de sus laterales, se accede a una de las torres (3€). En la  entrada verás los restos romanos de una casa y al final de un pasadizo, tras la compra en la taquilla de las entradas, comienza la verdadera "aventura", una escalera de caracol que parece no tener fin, y cuando parece que acaba, todavía te queda una escalera metálica y luego otra de caracol más pequeña. La verdad es que luego el panorama no es tan impresionante porque hay protecciones y las vistas no son tan claras como nos gustaría, pero bueno, te da para la foto de rigor y siempre viene bien un poquito de gimnasia.
Por el camino podrás ver la campana más grande del mundo.

Muy cerca de la Catedral podemos ver la Fuente de los Duendecillos, dedicada a los personajes de unos cuentos muy conocidos en la ciudad que trabajan por la noche mientras los ciudadanos duermen, eso sí, si les pillas currando desaparecen para siempre...
Detrás de este monumento podemos refrescar el gaznate en la cervecería más antigua de Colonia, Früh.

Es imprescindible atravesar el Puente de Hohenzollern para hacer la foto típica del mismo con la catedral de fondo. Además el puente en sí es otro atractivo turístico, y no sólo porque es uno de los puentes ferroviarios más transitados de Europa, si no porque multitud de enamorados dejan sus candados como símbolo de amor eterno (me gustaría saber cuántas de esas parejas siguen en activo...)
En el otro lado se levanta desde 2005 el edificio de oficinas conocido como Torre Triángulo de 103 metros de altura. Se puede subir para obtener unas vistas excelentes de la ciudad.

Es hora de parar un poco a tomarse algo, y qué mejor lugar que el casco viejo (Martinsviertel), que posee el mayor número de cervecerías por metro cuadrado de toda Colonia.
Esta zona fue destruida casi por completo durante la II Guerra Mundial, pero tras su restauración, es un lugar vivo de estrechos callejones y bonitas casas de colores.
Un buen sitio donde sentarnos es la Plaza del Mercado Viejo, repleta de terracitas y donde destaca la bella torre del Ayuntamiento y la Fuente dedicada a Jan von Werth (1884).
Llama la atención la imponente Iglesia de St. Martín el Grande (s.XIII), otro de los iconos de la ciudad. Es de estilo románico, pero no es la única, por el centro de la ciudad hay 11 iglesias más que comparten dicho estilo arquitectónico.
Por aquí también se sitúa Heumarkt, una de las plazas más importantes de Colonia. En ella se celebra el Carnaval y en invierno se coloca un precioso mercadillo navideño con una gran pista de patinaje sobre hielo.
En el nº77 se ubica Gilden im Zims, una cervecería con mucha historia.

Un buen lugar para relajarse son las Riberas del Rin, una zona de esparcimiento de locales y turistas donde tirarse a la bartola con vistas al río y al magnífico Puente de Hohenzollern (Si hace buen tiempo estará lleno). Si te vuelve a entrar sed no te preocupes, aquí también hay un montón de cervecerías.

¿Te apetece un momento dulce?. Acércate al Museo del Chocolate (Am Schokoladenmuseum 1A / 9€), te encantará ver cómo se elabora este delicioso producto y te sorprenderá su enorme fuente de chocolate. Por supuesto te obsequiarán con un bomboncito.
Yo no entré, pero está valorado como uno de los 10 mejores museos de Alemania, así que seguro que merece la pena.
Otro museo muy transitado en Colonia y ubicado en un un edificio de diseño transguesor de 1976, es el Ludwig de arte contemporáneo (Hein­rich-Böll-Platz / 11€). Posee una interesante colección de trabajos de Picasso y también de Andy Warhol entre otros.
Si la pintura es lo tuyo visita también el Museo Wallraf-Richartz (Obenmarspforten / 8€) una interesantísima pinacoteca que alberga obras que van desde el medievo hasta principios del s.XX.

Reportaje de Febrero de 2015

Si eres cervecero no te olvides de pedir la cerveza de la ciudad, la Kölsch.
Algunas cervecerías como Pfaffen (Heumarkt 62) o Früh am Dom (Am Hof 12-14), fabrican su propia marca.
Sea cual sea la que bebas, si dejas el vaso vacío el camarero te traerá otra sin preguntarte. Si no quieres más tienes que poner el porsavasos encima.
 

Si quieres ir de compras Colonia te lo pone muy fácil, la zona centro está repleta de tiendas y centros comerciales. Pero si quieres ir a tiro hecho recorre Schildergasse, una de las calles más comerciales de Alemania.
 

Colonia es bastante plana y cuenta con una extensa red de carriles-bici, así que si alquilas una (por ejemplo en la Estación de Tren), tienes otra forma de conocer la ciudad.