Navacepeda de Tormes (El Pozo de las Paredes)

Pozo de las paredes

"Un baño en un enclave espectacular"

En la zona norte de la Sierra de Gredos, a unos 1.350 mtos. sobre el nivel del mar, se encuentra este pequeño pueblo que pertenece al Ayuntamiento de San Juan de Gredos junto con las localidades de La Herguijuela y San Bartolomé de Tormes.

Arquitectónicamente hablando no es un pueblo de gran belleza, cabría destacar la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista que tiene una característica de lo más extraña. En la puerta del templo hay clavada la mano de un oso pardo que según los estudios realizados con carbono 14, pertenece a un ejemplar que vivió entre los s.XV y XVII.
Ya no hay osos en Gredos, pero esto confirma que antaño esta especie vivió en el Sistema Central.
Se dice que fue un segador quien la puso ahí tras zafarse del ataque de dicho animal y cortarle la garra. En agradecimiento a Dios por salvarle puso la zarpa en la puerta del templo.

El entorno es sin duda el punto fuerte de Navacepeda; Rodeado de robles, montes, arroyos y por supuesto el Río Tormes.
Precisamente en lo alto de uno de esos montes se ubica la Ermita de la Virgen de las Angustias, construida con piedras de la región y restaurada en  1998.
 

Pero vayamos al principal protagonista de este reportaje, El Pozo de las Paredes.

Deja el pueblo atrás. Pasarás por dos accesos metálicos que evitan el paso del ganado y en poco tiempo alcanzarás un bello puente de origen romano que salva las aguas del Río Tormes. Pero este no es nuestro destino. Sigue hacia delante hasta que veas una señal de parking a la derecha. Tras dejar el coche y observar la bonita panorámica que se tiene desde aquí con el monte y Navacepeda de Tormes al fondo, pon rumbo Al Pozo de las Paredes (está muy cerca). Hay que atravesar otro puente y luego bajar por una ladera rocosa (ve con precaución). Una vez abajo vimos gente que venía del otro lado del río, así que debe haber otro acceso.
La verdad es que el sitio es precioso con el viejo puente sobre la garganta del Barbedillo y el trascurrir del río transparente a través de las paredes de granito.
Si el calor aprieta no piensas en otra cosa que en darte un chapuzón, pero luego metes un pie y ..."osti tú", ahora sí que te da por pensártelo un poco, pues el agua está más fría que la de la piscina del Yeti. Mi recomendación, tirarse sin pensar. Es cierto que se te cortará la respiración y querrás salir cuanto antes, pero si aguantas, al final te acostumbras y se está de maravilla.
Dice la leyenda que en el fondo del río viven "Las Encantadoras", unos seres misteriosos que en la mañana de San Juan salen a peinarse sus cabellos con peines de oro (éstas no conocen la plancha). Es curioso, pero hasta los años 70 u 80 nadie osaba profanar estas aguas. Una vez los jóvenes abrieron la veda, esto ha sido un no parar de turistas buscando un remojón. Supongo que ""Las Encantadoras" se habrán mudado ante tal avalancha y habrán buscado otro lugar donde cuidarse las melenas.

Reportaje de Agosto de 2014

En verano si puedes ir entre semana no lo dudes y hazlo, seguramente estarás casi solito. Si tienes que ir en fin de semana, te aconsejo que madrugues para pillar un buen sitio.
 

Si se te ha olvidado el bocata de chorizo no te preocupes, hay un bar en la parte alta para lo que necesites.
Cuenta también con una zona de mesas al aire libre donde puedes comer la comida que traigas.
 

No hay nada que más me cabree que ver desperdicios o basura (o las dichosas colillas de tabaco) en estos parajes. Siempre creo que la gente que viene hasta estos lugares es porque le gusta la naturaleza, pero la verdad es que a veces lo dudo bastante.
Para que estos sitios se mantengan tal y como están, por favor respetarlos.