Castellón de la Plana

Homenatge al filaor i menaor o Les cordeliers en Plaza Huerto Sogueros (Juan Ripollés 2002)

"Playas, Paellas y Esculturas"

Castellón (y que me disculpen los castelloneneses), no es una ciudad que llame demasiado la atención por su belleza. Los edificios de estilo apartamento playero setentero-ochentero que predominan, nunca fueron de un gusto exquisito. Pero esto no quita para que la conozcamos, le saquemos jugo y lo pasemos estupendamente.

Por el casco viejo de origen medieval sí es posible ver casitas bajas más antiguas y más coquetas. Precisamente en esta zona se ubica el grueso monumental de la ciudad que se concentra en la Plaza Mayor. Aquí se encuentran el Ayuntamiento, un bonito edificio de estilo toscano del s.XVIII, el Mercado Central, el más emblemático de la ciudad y donde encontraremos productos de calidad a buenos precios, la Concatedral de Santa María de la Asunción, originaria del s.XIII aunque ha sufrido numerosas reformas y aún hoy está inacabada , y sobresaliendo por encima de todos ellos con 58 metros de alto está la Torre del Fadrí (s.XVI), un campanario de planta octogonal declarado Bien de Interés Cultural que es el símbolo de la ciudad.

Junto a la Plaza encontramos tres edificios históricos más; La Lonja (s.XVII), el Palacio de San Miguel (s.XV) y la Casa de los Huérfanos (s.XIX).

Al otro lado del Mercado Central está la Plaza de Santa Clara, un sitio muy animado y perfecto para tomar unas buenas tapas. Busca también pos las calles cercanas, seguro que el Carrer Barraques y el de Isaac Peral están atestados, pero cuidado, la primera vez que fui fue en Julio y parecía una ciudad fantasma, no había ni un alma, luego volví por circunstancias del destino en Octubre y ahí no cabía ni un alfiler (un chico nos dijo que en verano casi todo el mundo tiene casa en otras localidades cercanas y se iban)
Prueba la "Zurra" una bebida popular hecha a partir de mosto, vino blanco, zumo de limón y canela. Un buen lugar donde hacerlo es la Tasca el Mejillón.

Otra zona repleta de bares y comercios es la Avenida del Rey Don Jaime.
Detrás del Edificio de Correos y Telégrafos (1932), en la Plaza Tetuán, también podéis tomar algo.

Dando una vueltecilla por el centro encontraremos otros lugares de interés como el Casino, construido en 1922 en estilo modernista, El Teatro Principal, de finales del s.XIX y estilo neoclásico, o la Plaza de María Agustina, que cuenta con algunas esculturas, un ficus centenario y algunos edificios que cabe mencionar como la Iglesia de la Purísima Sangre, El Palacio de la Diputación Provincial y la Subdelegación de Gobierno.
Tras ella se encuentra la Plaza de la Muralla Liberal, que posee precisamente los restos de muros que fueron levantados en la primera guerra Carlista.
Muy cerca podemos visitar el Convento de Capuchinas (s.XVIII), que cuenta con importantes cuadros de Zurbarán y esculturas de los s.XVII y XVIII.
 

Una cosa que me llamó mucho la atención paseando por Castellón, es el gran número de esculturas que hay repartidas por toda la ciudad. Algunas están dedicadas a gente iluestre, otras a personajes de la vida cotidiana y otras son trabajos abstractos. El caso es que dan bastante vidilla y a falta de importantes construcciones arquitectónicas, la verdad es que le dan un toque.
En las fotos podéis ver unas cuantas pero hay muchas más.
Son muy características las del escultor valenciano pero que vivió gran parte de su vida (y vive hoy día) en Castellón, Juan Ripollés.

Os recomiendo un paseíto por el Parque Ribalta, un coqueto rincón verde perfecto para caminar tranquilamente por sus senderos, hacer alguna bonita fotografía o simplemente descansar los pies y leer un libro sentado en un banco. Los domingos por la mañana también puedes acercarte a oír música ya que en su templete actúan bandas. (Está junto al Corte Inglés de la Plaza de España).

Por supuesto en Castellón hay más parques pero a parte de este y el de la playa que comentaré más adelante, quiero mencionar el Parque del Meridiano por dos razones; La primera tiene que ver con su nombre, y es que no todo el mundo sabe que por Castellón pasa el Meridiano de Greenwich y el paralelo 40. La segunda es por su valor ecológico, ya que en él nace la Marjalería, una zona húmeda que alberga flora y fauna con especies en peligro de extinción.

Un poco más alejada del centro, al final de un bonito paseo, se sitúa la Basílica del Lledó (1730), que alberga la imagen de la patrona de la ciudad.
 

Es hora de sentir la brisa marina en nuestro gepeto así que vamos a la playa.
Lo cierto es que la de Castellón me sorprendió gratamente. Me esperaba la típica playa urbana repleta de gente custodiada por torres de apartamentos y hoteles. Pero todo lo contrario, está en un bonito y arreglado entorno y al menos cuando fuimos nosotros (julio), estaba muy tranquila y con muchísimo espacio para dejar la toalla.

Se puede llegar en el autobús/tranvía T1 (1€ y algo) hasta el Grao (barrio marítimo) y si luego quieres ir a la playa hay un autobús lanzadera que te acercará (este es gratuito).
Si vas en coche hay aparcamiento gratuito.

Se tatra de tres playas consecutivas; Playa del Pinar, del Gurugú y del Serradal. Son espaciosas, de aguas limpias, con algunos restaurantes y bares por la parte de atrás y cuentan con duchas, porterías, redes de vóley, socorristas... (algunos servicios sólo en verano)

La Playa del Pinar se conoce con ese nombre porque muy cerca se sitúa el Parque del Pinar (valga la redundancia). Se trata de un espacio natural donde predomina el pino carrasco y por el que verás corretear a gran velocidad a las siempre simpáticas ardillas. También llegan hasta aquí algunas aves migratorias para nidificar o hibernar; jilgueros, abubillas, autillos, mochuelos...
Además en este recinto se suelen hacer numerosas actividades sociales, culturales y deportivas. Se puede pasear, hacer footing, preparar una paellaca que se caga la perra o una deliciosa y contundente barbacoa, jugar al golf en su campo de 9 hoyos etc

Pero eso no es todo, al inicio de la Playa del Pinar podemos disfrutar de las maravillas del espacio en el Planetario de Castellón (exposición gratuita / sesión planetario 4€) o bien recorrer el bonito Parque del Litoral, repleto de jardines, palmeras y dunas, que se sitúa paralelo a ella.

En la Playa del Gurugú hay algunos chiringos sobre la arena donde pasarlo bien en verano hasta las tantas.
A espaldas de este arenal hay un aeródromo, así que no te soprendas si ves avionetas sobrevolando la zona y aterrizando ahí al lado.

La Playa del Serradal destaca por su zona de protección de dunas en la que además nidifica el Chorlitejo Patinegro.
No os carguéis este entorno y si váis a la orilla a daros un baño usar los caminos que están perfectamente señalizados.
 

Antes he mencionado el Grao, el barrio marítimo de Castellón, al que también podemos acercarnos a echar un vistazo. (a 4 Km del centro)
El meollo de este distrito se centra en la Plaza del Mar. En ella destaca el Edificio Moruno, sede de la Fundación del Port de Castelló y local de exposiciones temporales, presentaciones etc.
En veranito el Grao tiene mucha vida, sobre todo la zona del Puerto Azahar que está repleta de restaurantes y zonas infantiles. Junto a los cines se levanta el Faro del Grao (1917), que fue trasladado piedra a piedra hasta este nuevo lugar.
Si te interesa la pesca puedes acercarte al Puerto pesquero y a la Lonja.
En el Grao hay muchos sitios donde se come estupendamente; Os recomiendo el Restaurante Rafael (Calle Churruca 28) y la Tasca del Puerto (Avenida del Puerto 13). No son los más baratos pero a veces pagar un poco más compensa.
 

Reportaje de Agosto de 2015

Estamos en tierra de paellas y por esta zona es muy típica la paella al horno con morcilla, costillas, garbanzos y calabaza. Un buen sitio donde probarla junto con otros platos caseros de calidad es Casa Teresa (Carrer de Lope de Vega, 4)