Coimbra

Catedral Nueva

"La que fue primera capital de Portugal también posee la primera y más importante Universidad del país"

Cuna de ciencias y letras e inspiración para muchos poetas, Coimbra es una ciudad llena de vida e historia.
Según te vayas acercando a ella por carretera, verás la imagen poco gratificante de los edificios de hormigón que forman la periferia. Pero eso es algo pasajero pues la parte antigua no tiene nada que ver. Podrás pasear por sus empinadas callejuelas adoquinadas con pedernal, ver las casas de los estudiantes, sus plazas, sus iglesias y como colofón, la Universidad más antigua y famosa del país. 
Como dato decir que esta Universidad no se fundó en Coimbra sino en Lisboa, el 1 de Marzo de 1290 por el rey Don Dinis I tras las Universidades de Bolonia y Sorbona. Fue en 1308 cuando se trasladó a Coimbra, aunque no duraría mucho tiempo allí porque se empezó a saturar de estudiantes y no había sitio para todos, así que volvió de nuevo a Lisboa hasta 1537, cuando el rey Joao III cedió su palacio para el uso de los estudiantes y la Universidad pudo regresar a Coimbra.

Aunque nos encontremos en la tercera ciudad más grande de Portugal lo mejor es dejar el coche (lo puedes hacer en el subterráneo de Largo de Orias 1h/1€) y visitarla a pie.
Da igual por donde empieces, por la ciudad alta, la baja o por el otro lado del río Mondego, todo tiene cosas interesantes que ver.
Yo empezaré por la ciudad alta, ya que prefiero subir ahora que estoy más descansado. Puedes hacerlo atravesando el Arco de Almedina, puerta perteneciente a la antigua muralla con una torre que alberga un pequeño museo etnográfico.
De camino hacia la Universidad nos encontraremos con la Sé Velha o Catedral Vieja, la más antigua de Portugal (entrada gratuita). Si crees que has encontrado un pequeño castillo no te confundas, es la catedral, lo que pasa es que su arquitecto le dio aires de fortaleza ya que los árabes, aunque en huída, todavía podían dar alguna sorpresa. Un poquito más adelante se ubica el Palacio episcopal, ocupado hoy por el Museo Machado de Castro (entrada 3€), que cuenta con una rica colección de cerámica portuguesa, escultura renacentista y orfebrería y pintura religiosa. Desde su cafetería tienes unas estupendas vistas. A un paso encontramos los edificios de la Universidad nueva, mandada construir por Salazar. Entre los edificios que la componen destaca la Sé Nova (catedral nueva), edificada por los jesuitas, el palacio arzobispal y la facultad de Ciencias y Tecnología que acoge el Museo Mineralógico y Geológico (entrada gratuita).

Estamos a escasos metros del monumento más importante de la ciudad, la Universidad vieja. Al entrar lo primero que te encontrarás será el patio desde el que hay una buena panorámica. En una esquina se levanta la Torre de la Cabra (s.XVIII) con 33m. de altura y una campana que servía para llamar a los estudiantes a clase. Dentro tenemos alguna visita que no debemos perdernos como la Capilla Sao Miguel y su fantástico pórtico manuelino, o la Sala dos Capelos, muy importante para los estudiantes pues aquí se presentan las tésis y se da la bienvenida al nuevo año. Destaca su techo artesonado y los retratos de los reyes de Portugal.
Pero la joya de la Universidad es la Biblioteca de Joao V. Su belleza habla por sí misma; sus altos techos, la madera proveniente de Brasil de las estanterías, sus obras de los s.XVI, XVII y XVIII, su estilo barroco...
Nos contaron que por la noche los guardas cubren las mesas con lonas ¿para qué? os preguntaréis. Pues bien, esta biblioteca es la vivienda de un grupo de murciélagos que se comen a los insectos que pueden estropear los libros, eso es bueno claro, pero como sus excrementos también son nocivos pues de ahí que se tapen las mesas.
Las peripecias y tradiciones de los estudiantes son muy entretenidas. A veces hay por ahí alguno ataviado con la ropa típica (capa, traje y corbata de color negro con camisa blanca) que os las puede contar, merece la pena. Aunque se parezcan, recuerda que no son tunos.
Muchos de los estudiantes viven todavía hoy organizados en "Repúblicas". Es interesante ver alguna de estas casas (repúblicas) siempre decoradas de forma extravagante. En la Rua Castro Matoso podréis ver varias.
En la ciudad alta aún nos quedan algunas cosas por descubrir; Entre ellas el coqueto jardín de los poetas, el acueducto de Sao Sebastiao (s.XVI) o el jardín botánico, fundado por el Marqués de Pombal en el s. XVIII.
Iremos ahora hacia la Plaza de la República, muy animada y donde podemos volver por la noche a tomar una copita. Recuerda que Coimbra es una ciudad de estudiantes y hay muy buen ambiente. Enfrente de la plaza se extiende el Parque de Santa Cruz (s. XIX).

Bajaremos por la Avenida Sa da Bandeira y seguiremos por la Rua Olimpio Nicolau Rui Fernandes hacia la ciudad baja. Pasaremos por el Jardín de Manga y su edificio del renacimiento obra de Jean de Ruán, antes de llegar a una de las plazas más importantes de Coimbra, la del 8 de Maio. En ella se sitúa la Iglesia de Santa Cruz, la cual reconocerás rápidamente por su pórtico manuelino.
De esta plaza parte una de las arterias de la ciudad, la Rua Visconte da Luz y su continuación, la Rua Ferreira Borges. Por ella y sus alrededores se cuece casi todo lo interesante, comercios, cafés y gentío. Muy cerca se encuentra el centro más animado de la ciudad baja, la plaza do Comercio. Llegarás a ella bajando unas escalinatas junto a la Iglesia de Sao Tiago, verás que está llena de puestecillos. También es recomendable callejear por esta zona.

Vuelve a la Rua Ferreira Borges y camina hasta que el río Mondego se cruce en tu camino. Lo atravesaremos por el Puente de Santa Clara y llegaremos a la parte de la ciudad que nos falta por visitar, el lado izquierdo del Mondego. Aquí también encontramos lugares interesantes como el Convento de Santa clara, en lo alto de una colina. En él descansan los restos de Isabel de Aragón, conocida como "la Reina Santa" , muy querida por los portugueses. Cuenta la historia que ella, muy maja y bondadosa, venía a esta ciudad a repartir comida entre los pobres. Los alimentos los escondía bajo su capa por temor a su marido, Dom Dinis. Un día éste le sorprendió cuando se disponía a salir y le preguntó qué escondía bajo la capa, ella respondió que rosas y al abrir la capa el milagro se realizó.
Menos místico y religioso es el Museo Militar que se halla junto al convento.
Más abajo se asientan las ruinas del viejo Convento de Santa Clara, el cual fue abandonado por las religiosas debido a las crecidas del Mondego. Está medio hundido por el terreno pantanoso y dicen que en algunos siglos desaparecerá totalmente. En él se encuentra enterrada Inés de Castro, "la reina muerta", después de haber sido asesinada.
Una visita más alegre es el Portugal de los Pequeñitos (entrada 5€). En él podrás descubrir monumentos y casas a tamaño reducido. El parque se divide en tres zonas, casas de las colonias portuguesas, monumentos y casas tradicionales del país Luso.

Reportaje de Marzo de 2007

Si tienes poco tiempo puedes coger los autobuses 3 y 6 que hacen un recorrido turístico.

Lo mejor es ir en septiembre, cuando vuelven los estudiantes a la Universidad y la ciudad está más animada, además el tiempo aún es bueno.

Si tienes poco tiempo puedes hacer una original ruta en Tuk Tuk, una forma diferente y amena de conocer la ciudad (10€ precio en 2012).
Haz click aquí para más información 

Un crucero por el río también suena bien. Tienes varias opciones pero la mejor es contratar al Capitán Dureza que te llevará a lo largo de 20  km. por el río y te dará de comer (precio 27€; tel: 233 42 77 72)

Para comer os recomiendo el restaurante en el que yo lo hice, el Restaurante Italia, ya sé que estamos en Portugal y lo suyo es probar la comida de aquí pero lo interesante de él, aparte de la comida que está muy bien, es su ubicación casi sobre el río Mondego. Creo que es ideal para una cena romántica.